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miércoles, 15 de octubre de 2014

Juegos

El humo del incienso se esparcía por los recovecos de la habitación y asfixiaba lo poco que quedaba de oxígeno puro y limpio para respirar. Allí, tras la densidad gris y el reflejo del fuego de la vela se encontraban las dos criaturas más dulces que alguien jamás pudiera haber siquiera soñado, incluso en el lecho de muerte. La viva comparación angelical sería un mero insulto a la belleza propiamente dicha.

lunes, 13 de octubre de 2014

女体盛り (Nyotaimori)

Conforme iba ingresando en la habitación mis ojos quedaban estupefactos frente a un banquete tan exquisito y a su presentación fina y delicada. Tuve la impresión por un momento de saciedad y regocijo sin siquiera haber probado un solo bocado. Mis pupilas se dilataron ferozmente debatiendo por dónde comenzaría y dónde acabaría; es que en la integridad que se presentaba a mi disposición todo tenía un toque encantador.

sábado, 11 de octubre de 2014

Capricho V

Ahogarme en tus pechos quisiera
pero sólo para salir a flote en tu vientre
y perder
en la inmensidad de tu bosque
la razón de un bienestar.
Quisiera, sí, quisiera
y si me lo permites
hurgar en la más hondo de tu ser
hasta embriagarme por completo.
Y no satisfecho aún
al no ver
tu sonrisa perversa
fundiendo con el placer
un amanecer de estrellas.

sábado, 4 de octubre de 2014

Capricho I

Ruégame
soy tu siervo
ordéname
a mis pies te encuentras
descansa
sobre un lecho de piedra
que mis manos te ablandarán.
Suspira
del ahogo incierto
de lo profundo de las heridas
un poco de sal
Muérdeme
con puñales de marfil
sobre suavestar de ilusiones
y esperanzas sin fin.

martes, 9 de septiembre de 2014

El placer de morir

La muchacha sollozaba y pedía clemencia, sus mejillas, invadidas por un río turbio de lágrimas, rogaba por ser perdonada… A ciegas en un cuarto con la luz tenue, la joven llevaba poco ropaje, las mínimas prendas para ocultar su pudor; esbelta en cada centímetro de su cuerpo, unos labios rosados, brillantes y delicados, sus mejillas levemente rojizas, el cabello largo y sedoso le llegaba hasta la mitad de la espalda.