Caricias, de sueños lejanos
tormentos divinos
que vienen y van
del llanto
y pasiones efímeras
de susurros distantes
que oigo al callar.
Presagios, de besos dulzones
y marcas moradas
que no sucederán,
en un desierto distante
quiero aprender a olvidarte
quitarme la carne
y dejar de pensar.
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