sábado, 6 de septiembre de 2014

Oficio angelical

Mañana se cumple otro año más en mi existencia, aunque para ser sincero no sé si es un cumpleaños o un aniversario, no sé si estar contento o pasar inadvertido a la fecha. Es que hace tanto tiempo que vengo desempeñando mi trabajo, que ya me parece casi automático, por más que segundo a segundo tenga tintes novedosos.

Si hablara de mi cumpleaños no podría definir exactamente mi edad, ya perdí la cuenta, en un momento los había empezado a agrupar en lustros y después en siglos. Si por el contrario hablara del tiempo que llevo haciendo mi tarea, estoy en la misma incógnita.

Tiene un toque bastante rutinario y estresante lo que hago, muchísima gente me ve como alguien malo o alguien a quien temer... otros tantos me ruegan y cuando me ven llegar esbozan una sonrisa aliviadora, en el peor de los casos se resume a un simple suspiro y un silencio abrumador mientras realizo la labor correspondiente... lo bueno de ello es que no dura mucho y permite conocer lugares insólitos que jamás pensé que existieran excepto en el mundo de los sueños.

Antes solía realizar todo un ritual medio fantasmagórico o aterrador para anunciar mi presencia, ahora simplemente ficho la tarjeta y tacho del checklist de pendientes... lo resumí bastante, hay mucho por hacer; sólo me guardo los fuegos artificiales y las máscaras de carnaval para los más hijos de puta; los que más se lo merecen... un buen susto antes del largo viaje que los haga reflexionar.

No es que sea medio macabro, pero prefiero el clima de invierno, es mucho más acogedor para despojar a alguien de sus tesoros, lo comprenden mejor, sin titubear ni chistar, porque el frío ya los tiene a medio petrificar.

Se hablan o dicen muchas estupideces de mí, eso me resbala, no me afecta en lo más mínimo... de hecho al principio solía sentarme al lado de los condenados y escuchar fabulosas historias, verídicas o no; entraba en confianza y hasta me iba con un buen recuerdo...

Mi jefe es bastante particular... ¿Cómo decirlo? Paranoico en ciertos aspectos. Por empezar nunca se lo puede ver a la cara ni dirigirle la palabra. En mi caso, me escribe una lista en sus momentos de ocio y me la hace llegar, como sea y donde esté.

Nunca voy a olvidar aquel día en que se equivocó y tuve que hacer el trabajo sucio... esa criatura llevaba tan solo un par de horas con vida, una sonrisa reluciente, en sus ojos se veía el brillo de las estrellas... y cuando me vio llegar, con mis hombros encogidos y sintiéndome completamente culpable de algo que no me correspondía; me miró fijamente y en sus pupilas pude entender su idioma nativo: "No te preocupes, yo me apresuré a venir, tendré otra oportunidad" me transmitió. Tomó mi dedo índice y se desvaneció.

Me está prohibido indagar sobre mi pasado o quién fui... pero la mayoría me llama "Muerte".

4 comentarios:

  1. Yo creo que no hay ni que juzgar ni temer a la muerte, simplemente saber que a todos nos va a tocar y poder vivir es un reto mucho más gratificante y productivo que el sentarse en la vereda a esperar que llegue el FINAL de algo que nunca tuvo comienzo. Muy buen escrito.

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    1. Gracias por el comentario. Me parece que tampoco se tiene que hablar de un "final", sino como el comienzo de algo diferente.

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  2. Lógicamente que es el comienzo de algo diferente, pero algo en el cual ya no depende de nosotros el estar bien o mal, y algo que no vale la pena poner ni un segundo de energías ya que lo real esta ACA.

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    1. Perdón que lo diga, pero no entiendo el por qué atarse a que lo real y único es lo que está acá. Creo que no habría que cerrarse tanto y limitar las cosas a lo tangible.
      Obviamente, son puntos de vista diferente y lo respeto.
      Gracias por el comentario.

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